El amor es una intensificación de la vida y del intercambio 
        que eleva  
al nivel de las más finas emociones del alma y 
        que se expresa de diferentes maneras  
según su grado de evolución: de la pasión amorosa 
        a la ternura, del amor universal a la adoración divina.  
A través de la mujer, el hombre dialoga con su ánima, 
        es decir su dimensión de alma  
y de sutilidad, y a través del hombre, la mujer se comunica con 
        su ánimo,  
su correspondencia espiritual y estructural.  
Volviendo a encontrar en sí mismos las polaridades masculina y 
        femenina, hombres y mujeres  
superan el estado de la dependencia afectiva para acordarse al androginato 
        original.  
Por una sutilización de nuestros impulsos emocionales, desarrollamos 
        en nosotros  
la presencia de una comunicación trascendente. |